Mañana hay que acordarse de retrasar el reloj una hora. A las tres de la madrugada del domingo serán las dos, o lo que es lo mismo, podremos dormir una hora más (a algunos les tocará trabajarla). La modificación horaria se realiza en cumplimiento de la Directiva Comunitaria que rige el Cambio de Hora y tiene como finalidad reducir el consumo de energía, haciendo coincidir el comienzo de la jornada laboral con las horas de luz natural.
El cambio de hora comenzó a generalizarse, aunque de manera desigual, a partir del año 1974, cuando se produjo la primera crisis del petróleo y algunos países decidieron adelantar sus relojes para consumir menos energía. Se estima que el ahorro medio en España con esta simple medida será de unos 250 millones de euros. Toda Europa a excepción de Rusia e Islandia cambia la hora. Eso sí, en Canarias Portugal e Inglaterra, seguirá siendo una hora menos
A cambio de este ahorro, nos esperan un par de días o tres con alguna incomodidad hasta que nuestro cuerpo se acomode al nuevo horario. Y por supuesto la tristeza de comprobar que cada día que pasa anochece antes.
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