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El pasado lunes, el nieto mayor del rey se disparaba accidentalmente con una escopeta y se hería en su pie derecho. Felipe Froilán, de trece años de edad, se encontraba con su padre en la finca de Soria.
Ayer, la noticia corrió como la pólvora (nunca mejor dicho) en la red. Los medios hacían hincapié en que los menores de 14 años no pueden utilizar armas de fuego. En que, afortunadamente, la escopeta con la que se hirió es de un calibre pequeño y solo se usa para la caza menor. También se hablaba de que Marichalar podría ser sancionado con una multa de entre 300 y 6.000 euros…
Por suerte para Froilán, las heridas producidas por los perdigones parece que no le van a provocar secuelas y que todo se va a quedar en un susto. Eso sí, durante toda la tarde de ayer un pájaro azul llamado Twitter empezó a lanzar certeros disparos. Cientos de comentarios, algunos ingeniosos, otros de mal gusto y la mayoría de ellos con un toque de humor. Seguramente muchos de esos ‘perdigonazos’ lanzados en la red hicieron más daño a la Casa Real que el propio disparo. Parece que la monarquía española está pasando su particular “annus horribilis”
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