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Ayer un hombre, rumano de 35 años se entregaba a la policía después de asesinar a su esposa. Iona era una joven rumana de 28 años, madre de dos niños de 5 y 7 años. Según los vecinos, la pareja estaba en trámites de separación y las disputas eran frecuentes. El pasado 7 de mayo la mujer denunció a su pareja por malos tratos y amenazas y tras ser detenido, ese mismo día un juzgado dictó una orden de alejamiento que le impedía también ver a sus hijos. El día 21 de mayo, la víctima renunció en el juzgado a cualquier acción penal y retiró la denuncia. Catorce días después Iona está muerta, y su marido en la cárcel.
Con la muerte de Iona, ya son 20 se las mujeres fallecidas este año en España víctimas de la violencia machista. Oficialmente, son 19 porque una de las muertes aún no se ha resuelto (ver gráfico). Este es el único caso en el que existía una denuncia previa por malos tratos. El único dato positivo, es que el año pasado a estas alturas, las víctimas mortales por violencia machista eran 27. Algo se está mejorando, pero todavía es insuficiente.
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