El estado australiano de Queensland está viviendo un infierno de agua y barro, una de las peores inundaciones del último siglo. El río Brisbane, que atraviesa la capital del estado del mismo nombre, se ha desbordado. Un muro de agua de más de cuatro metros recorre una veintena de barrios de Brisbane. Más de 20.000 casas de esta ciudad se han inundado, 100.000 hogares se han quedado sin suministro eléctrico. El número de muertos supera la veintena y los desaparecidos suman más de 100. Miles de personas han sido evacuadas. La población hace acopio de alimentos por lo que pueda venir.
El 80% del estado de Queensland también está afectado y ha sido declarado zona catastrófica (el equivalente a la superficie que ocuparían tres países como el nuestro). La situación no es alentadora teniendo en cuenta que acaba de comenzar la estación lluviosa. En esas latitudes está terminando el verano para dar comienza el otoño.
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