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Las lluvias torrenciales comenzaron el pasado día 12 de enero y se han prolongado durante varios días. Han anegado pueblos enteros y provocado aludes en la región de Serrana, una zona próxima a la capital, Río de Janeiro. Cada día que pasa sigue aumentando el número de muertos. Ya se han sobrepasado los 800, de ellos más de 200 son menores de edad. Sigue habiendo más de 400 desaparecidos, por lo que no es difícil adivinar que en unos días la cifra de víctimas mortales se elevará a 1.000. Hay también miles de desplazados que han perdido sus hogares. La prioridad ahora, es evitar que se produzcan nuevas víctimas por enfermedades derivadas de las inundaciones y, por supuesto, reconstruir la zona.
Lo curioso es que desde hace unos días, Brasil y su tragedia han desaparecido de medios de comunicación tradicionales. Seguramente cuando aparezca la víctima mil, algún informativo televisivo le dedique unos segundos. La tragedia continúa en un país de economía emergente que en 2014 organiza un Mundial de Fútbol y en 2016 unas Olimpiadas.
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