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Otra vez partido en Bilbao. El jueves, el Athletic recibe al Sporting de Lisboa y se juega el pase a la fina de la UEFA Europa League. En este ambiente que debería de ser festivo, aún está demasiado reciente la imagen de Iñigo Cabacas, el joven aficionado del Athletic que falleció a consecuencia de un pelotazo de la Ertraintza hace solo dos semanas. La investigación para aclarar su muerte aun continúa.
Siempre que hay un partido de esta dimensión, se monta un dispositivo que garantiza la seguridad de las aficiones. ¡Qué ironía! Y el jueves toca. Y otra vez los agentes se armarán con esas escopetas que lanzan pelotas de goma. Pelotas mortales como ha quedado demostrado. ¿Volverán a disparar?
Seguramente se podrá respirar cierto ambiente de nerviosismo entre los agentes que les toque llevar una de esas armas que saben, además, que ya no usarán más a partir del año que viene. Muchos de ellos desearían tener entre sus manos ese material que Los Mossos adquirieron en 2011. Y es que en Cataluña son más civilizados, utilizan armamento antidisturbios homologado, como en muchos países europeos. También lanzan pelotas de goma, pero salen a menor velocidad, son más blandas, se deforman, pesan menos e impactan con menor fuerza. Según el fabricante, provocan inhibición muscular temporal que impide andar, cojera durante 24 horas y dolor al presionar en la zona de impacto... En fin, el jueves, disturbios
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