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Ayer se produjeron en la ciudad ucraniana de Dnipropetrovsk una serie de atentados que causaron 30 heridos, entre ellos, diez menores. Nadie ha asumido todavía la autoría de las explosiones, aunque el presidente del país, Viktor Yanukovich, ha anunciado duros castigos para los responsables.
Este suceso adquiere mayor relevancia porque en poco más de un mes dará comienzo la Eurocopa de fútbol y Ucrania es junto con Polonia la anfitriona del evento deportivo. El día 8 de junio se disputa el partido inaugural. Miles de aficionados de distintas nacionalidades visitarán ambos países.
Estas explosiones en Dnipropetrovsk, la tercera ciudad más importante del país con un millón de habitantes, colocan a Ucrania frente a un desafío de seguridad a seis semanas de la apertura de la Eurocopa 2012. Todo esto en la misma semana que se está celebrando el juicio contra Yulia Timoshenko, líder opositora y exprimera ministra del país. Yulia Timoshenko, que cumple una condena de siete años de cárcel por abuso de poder, se ha quejado de recibir maltrato físico.
Desde luego, estos acontecimientos no ofrecen la mejor imagen de un país que organiza un evento deportivo que solo se celebra cada cuatro años.
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